Snippet

La esperanza, dicen muchos, que muere al último (...)


Estoy en una situación; estoy que reviento por dentro; estoy en una explosión nuclear.
La verdad, quiero hacer tantas cosas en este momento, pero no las haré, porque no me venceré tan rápido y no demostraré (otra vez más) lo que siento.
[Largo suspiro] No puedo creer que, a estas alturas, te sigo extrañando tanto.
Bueno, basta de hablar de ti, se supone que ya no existe, pues hago lo mismo que tú.
Tengo lo talones quebrados, ¿qué hago?
Ya qué más da, no me importa que lo sepas, mañana sacaré todo dentro de Caldiomel, él recibirá todo para poder vivir.

¿Ya que puedo hacer? ¿Esperarte como siempre lo haré?
Algún día volveré a enamorarme de alguien, cuando tenga valor.

¿Cuántas lágrimas tiraré?

La esperanza, dicen muchos, que muere al último (...)

 Gloucestershire, Inglaterra, 10 de agosto de 1872


Quien sea que lo lea:

Estoy aquí, justo a un costado del río, viendo como las abrumadas aguas recorren a prisa las tierras.
Pensarás  que estoy meditando o justamente caminando, inclusive relajándome, pero no. Tengo una pistola en la otra mano. ¿Ahora entiendes por dónde va esto?

¿Alguna ves has visto a un niño llorar por tristeza  y no por reproche? Los ojos dicen tantas cosas, sus ojos se tornan pesados, como si su brillo infinito se acabara, tan pesados resultan, que salen lágrimas. Contagian y emanan felicidad, de la misma forma contagian y emanan su melancolía.
Bueno, esa es la imagen que tengo de mi hijo -sí, tengo uno  y se llama Franklin-, una cara abatida. No sabía cómo explicarle que no lo volvería a ver. No podía, sus ojos y su bolillo en la boca, hacía que llorara y me daban ganas de bofetearlo para que me dejara de ver así.
Tan destrozado estaba, que le lancé el jarrón que me regaló mi madre antes de morir y las flores pintadas estaban ensangrentadas por la inocencia del niño cuando me dijo "¿Adónde vas papito? Me duele mucho".

Salí de casa con un azotón en la puerta. Camine hacia el río, no quería saber nada de mi familia, de mis amigos, de mí mismo.
Mi paso era rápido, lo cual ocasionaba un desequilibrio en mi caminar. Ya casi llegaría, olía el agua y seguí. Tomé una colilla de cigarro que vi entre las hierbas y grité para ofender a la sociedad de mierda por su inconsciencia, por su falta de humildad, por su gran raza.

Heme aquí, regresando al negro, despertando (hasta hoy) solo en la cama. Cada noche con Valerie era inexplicable y ahora que no está, me convertí en un ninfómano, como el asqueroso hijo de puta de Mr. Sweet ¡y te lo dije! no soy bueno, que estoy mal y necesito ir a una rehabilitación ,pero nunca lo entendiste, porque nunca me escuchabas, sólo oías a tu egoísmo.

Ya, no tiene caso, en unos minutos estaré muerto. Espero que duela morir, para recordar ese dolor que sentí cuando dijiste: "El problema, es que yo no sé qué quiero. Me voy, tendré que buscar qué hacer con mi sentir, cuídalo. Y recuerda que cuando te engañé, él nunca me excitó: soy problemática". Oí su último "Good-bye" y cerró la puerta.

Cuiden de mi hijo, ahora caminaré hacia el río, viendo como el agua sube hasta cubrirme la cabeza y, una vez adentro, cortarme la yugular.
¡Buena suerte en esta vida jodida!

Firma:  B. Opossum

¡Buenas noches! Me voy a dormir...

México, D.F., 7  de octubre de 2012

Para mi dulce juego de los animales de la pradera:

Hola, ¿cómo estás? yo espero que bien.
No sabes cómo la he estado pasando ahora, en mi soledad y en mi mente. Cuántas cosas que decir y contar, pero ambos sabemos que no podemos decirlas. El culminar con "ésto", me dejó indefenso y estúpido, a ti no, siempre has sido una repugnante piedra. Bueno, no vengo a ofender o mucho menos, sólo quiero decir todo lo que traigo adentro, porque no tengo el valor para hacerlo de frente. Tú entiendes, ¿no?

Las cosas van muy bien por acá, si te dicen que me estoy muriendo, no saben nada. La verdad, es que no he sido feliz, pero he aprendido a vivir sin tu presencia. Pero, ¿cómo te explico que el mismo aire que yo respiro, lo respiras tú? Ya, basta, dejemos todo el orgullo y resentimiento (Yo soy el que lo guarda, perdón).
Tantas cosas cambié y solo por ti. Ahora me veo y ya no me encuentro del todo, porque está esa persona que dejaste abandonada que cambió sólo para ti. Sí, ya sé que empezarás a pensar que son reproches, pero no lo son, ¿sabes por qué? porque no te exijo nada, más bien el que hace reproches eres tú, bueno, no hablaremos de lo egoísta que eres.

A pesar de todo, yo no me arrepiento de nada, porque fui feliz mientras duró y me quedo con éso, con bellos y hermosos recuerdos, aunque éstos me atormenten y me traigan melancolía.
Después de todo este tiempo, sigo sintiendo algo por ti, no sé por qué no lo he desechado; estoy consciente de que ésto se fue a la mierda por tus pendejadas y algunas mías, pero hay alguien a quien yo no puedo dominar del todo y es el que tiene siempre esa esperanza: corazón.
Mmmm... qué cursi y joto sonó eso, pero es la verdad.

Cuando tengo un orgasmo, entro un trance de relajación, en el cual pienso con claridad y objetividad; pienso en llamarte, decirte que te amo te quiero y... vuelvo a mí y digo "No lo hagas".
¿Recuerdas cuando soñábamos cosas juntos? Era muy excitante esas ideas: playas, cenas, viajes, etc. Pero aún guardo dos, los que más sigo anhelando, pero me entristece que nunca se harán realidad; no puedo creer que te extraño tanto, es muy estúpido. Pues uno de ellos era tenerte frente a mí, tú de mí muy cerca; lástima que nadie podía por el lugar, ja ja ja. Y ahora que yo sé dónde y hay tiempo, no sé puede; siempre será un sueño frustrado, como el que quiera ser un mago; no entiendo por qué revelo tantas intimidades, tal vez porque ya no caben dentro de mí.

Si tal vez pudieras comprender que nunca he sido bueno para expresarme, si tal vez comprendieras que no encuentro a nadie mejor que tú. "Eres mío y de nadie más" decías y me encantaba oírlo; "Eres el hombre de mi vida" cuánto me descontrolaba mi ojos esas palabras; "Te amo/Te azul" ...

Iba caminando por las calles empapadas en olvido; iba por los parques con fantasmas y ángeles caídos; iba sin luz, sin sol, iba sin ningún sentido (iba muriéndome); iba volando sobre el mar con la alas rotas; ay, amor apareciste en mi vida y me curaste las heridas; ay amor eres mi luna, mi sol, mi pan de cada día; apareciste con tu luz, ¡no" nunca te vayas; en un mundo de ilusión, estaba abandonado, vivía sin sentido, pero llegaste tú (...) Cuán feliz me ponían esas letras que se acomodaban para decir cosas sutiles.

Siempre supe que he sido destinado a cosas extrañas y poco comunes, mi nombre me lo dijo desde que nací; soy  una persona de la que no se puede esperar algo común.

Este amor ya me tiene hasta quebrado los talones, aunque vuelva a pararme volveré a caer, siempre es la misma historia. Soy una cosa que no hace otra cosa mas que amarte, pienso en ti día y noche y no sé cómo olvidarte.
No quiero ser grosero y mucho menos "ardido", pero cuéntame qué harás después que estrenes su cuerpo (si es que no te lastima antes), cuando muera tu traviesa curiosidad, cuando memorices todos sus recovers y decidas otra vez regresar. Y luego te deja solo tal como quiere; sé que volverás el día en que te haga trizas, sin almohadas  para llorar. Pero si te has decido y no quieres más conmigo, nada ahora puede importar, porque sin ti el mundo ya me da igual.
La verdad es que es inevitable amarte y para ser más franco nadie piensa en ti como lo hago yo, aunque te de lo mismo. Dime qué voy hacer con mi despiste selectivo. Qué me inventaré para decirle al mundo entero si me ven tumbado al suelo y sin ganas de volar. Y qué voy a hacer si me barbilla llega al piso y la sonrisa no me sale natural.

¿Cuánto tiempo faltará para reconocer que tu vida paralela a la mía no es así, sino perpendicular hasta hacerse una sola?
Sólo espero algo que me cure, algo que te alivie, nada que pueda perder; un rímel de miel pa' corregir la tristeza y una televisión para borrarse de la transmisión.

Cada día me siento más solo y me voy hundiendo y se va la mierda entre nosotros.
Ya, hasta aquí es suficiente (por hoy). Quemaré esta carta y se irá como tú, como el humo de mi cigarro que fumo últimamente.
¿Sabes? Cuántas ganas tengo de un último día juntos.

PD: Esas son chingaderas.


Firma:  El que nunca  se olvidó de ti. [Tú sabes quién soy]
¿Te importo? Entonces, cuenta hasta tres y dispárame.